“Hay que producir el alimento para la familia, y algo más para vender.
De ahí sale el calzado, la bicicleta para ir a la escuela, los útiles escolares, el abrigo y demás cosas que necesita la familia.
Pero además hay que producir el alimento para los animales que vamos a transformar en carne para consumo.
Hacemos malabares”, José Luis Castillo, campesino del Norte Santafesino, comparte su experiencia con la agricultura familiar.
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